TRASLOCACIONES 2017

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Alejandro Salazar, es un artista que desde su crianza, su formación y vivencias defiende el oficio de ser artista en la manera “tradicional” -no es un artista con ideas retrogradas- pero si uno que con orgullo, sinceridad y total compromiso realiza un trabajo de taller, en el que experimenta, explora y conoce las técnicas tradicionales de las artes plásticas, esas mismas que le permiten representar de manera creativa sus formas de ver el mundo.

Es un artista que no se conforma con lo que hace, siempre está en constante aprendizaje y renovación por medio de una rebeldía que le ha permitido ir y venir entre la pintura abstracta y figurativa, el dibujo, el grabado, la escultura, lo audiovisual, con obras que muestran una gestualidad realizada en medio de una tonada de Aleksandr Skriabin.

Mnémica, es una forma de acercarse a este artista llanero de nacimiento, crianza y formación, de transportarnos a su taller, ese lugar donde encuentra inspiración en la música clásica, en la naturaleza que lo rodea y sus colores, en sus deseos, en sus fantasmas, micromundos o mudos con características inspiradoras que le permiten sacar de lo más interno de su ser toda la creatividad que se refleja en sus obras. 

Para las pinturas, grabados y esculturas presentes en Mnémica, Alejandro Salazar realizó una introspección que se basó en el texto “El deseo como satisfacción originaria”, un texto que nos permite vislumbrar esos acontecimientos mentales que hacen parte de sus procesos artísticos y que Freud conceptualiza en el texto sobre “La interpretación de los sueños”, es así como en dicha noción y en las obras de este artista, se parte de una serie de imágenes que se instauran en la siquis (preconciente o inconciente) a partir de un rastro dejado por el deseo. Un rastro que Alejandro procesa, sintetiza y sensibiliza para mostrarnos un mundo interior que viene de una percepción del mundo exterior. 

 Natalia Cardona Rivera